y resultó que .... Todos somos iguales

Me lo habían advertido, lo escucha miles de veces (bueno quizá no tantas). Lo negué, jure y perjure que a mí no me pasaría… que yo era más fuerte que los demás, que yo era “diferente”. Pero fui derrotado, con el corazón desgarrado mi orgullo desinflado y casi sin esperanza después de apenas un par de días en Colombia, me trague toda mi vergüenza y humillación para poder preguntar ¿Dónde consigo algo de chile?

Bueno ya, disculpen el inicio melodramático,  resulta que acá piensan que todos somos así por causa de nuestras telenovelas (gracias televisa, tv azteca) he encontrado que la rosa de Guadalupe es particularmente popular, bien México estas exportaciones culturales del más alto nivel. Regresando al punto es inimaginable la falta que me hacia un buen picante, en serio, yo decía que eran unos payasos mamones todos aquellos que no aguantaban ni un mes sin quejarse del sabor (o para nosotros la falta del mismo) de la comida. Y no me malinterpreten la comida colombiana es muy rica, variada, súper diferente, bacanísima, (para que mi incipiente publico colombiano se sienta identificado esto equivale a: chido) pero no pica ni madres, es decir ni un poquito, nada de nada, nanais, etc.

De hecho a veces la comida salada de los colombianos a veces me parece un poquitín dulce (ay si ay sí, tengo tres días en Colombia y ya soy un pinche experto) independientemente de lo BUENA que sea (otra vez dorándole la píldora a los locales). Pero como Mexicano amante del chile, (adelante jóvenes, alburéenme mentalmente) y aun como una persona que a veces entre mexicanos le gusta el picante más de lo normal, sentía un vacio, algo parecido a un pedazo de mi alma que simplemente evitaba que mi disfrute de los alimentos fuese todo lo que debe ser o, quizá solo era mi estomago desinflamándose y esa gastritis permanente que nos ataca a algunas personas comenzaba a amainar, no importa el caso es que no me sentía completamente pleno comiendo.

Afortunadamente hay en Colombia algo llamado ají que no he logrado definir completamente, tengo el presentimiento que así le dicen a cualquier cosa que le pongas a la comida para que sea más picante, porque se le dice ají a como tres tipos de salsas que lo contienen pero que llevan más ingredientes y también al sobrecito en que te lo venden, (por cierto, en casa de mi host el “mercado” siempre se lo traen a domicilio, súper nice goey) el caso es que pica, no mucho a menos que lo comas directo del paquete, pero con la cantidad suficiente agregada a la comida es como una de esas salsas de mi amá que no pican mucho, pero pican sabroso (si usted es extranjero y no entiende esta categorización del grado de picante, consulte a su mexicano más cercano o solicite una explicación en los comentarios de esta entrada).

En fin, ya tengo chile (una vez más chicos, adelante) soy feliz además, el picante es tradicionalmente colombiano, solo usado en dosis enormes, así que no siento que haya traicionado (tanto) el hecho de querer probar la comida colombiana como es, aunque los hijos de mi host parecen haber desarrollado una quemadura de tercer grado en la lengua y una ulcera instantánea cuando probaron el ají concentrado.

Bueno me voy a desayunar, “arepas” con huevo (y ají).

Pd. Entro a mi trabajo el lunes así que por ahora habrá blog diario a menos que de plano no pase nada interesante, que parece imposible por acá, pero seguro eso es porque soy nuevo.