miércoles, 8 de mayo de 2013
Mi carta
Hoy por la tarde me sentí nostálgico, así que te escribí una carta, contándote los mas nuevos acontecimientos de mi continuamente aletargada vida, sin embargo. Usando un despliegue de habilidad literaria que solo puedo calificar de inspiración divina, logre convertir una ida al mercado en una aventura, la mirada accidental de una compañera de trabajo en un acoso incansable (para que no pienses que estoy desesperado) y ser testigo de un accidente automovilístico en una experiencia cercana a la muerte.
Que por cierto me ha hecho pensar mejor las cosas acerca de mi vida, por lo tanto he decidido ser independiente y abrir mi propio negocio, algo con una idea brillante como los mototaxis ejecutivos. elegante y de vanguardia (por que soy sofisticado y emprendedor ya sabes.)
A la mitad del tercer párrafo toda sustancia relacionada a mi vida estaba agotada asi que intente mostrarme sumamente interesado en tu vida (de una manera relajada y casual) preguntándote por tu empleo, si estabas pensando continuar con tus estudios de posgrado. Acaso ahora tus padres te valoran ya como una mujer independiente y moderna (ya sabes por que yo siempre lo he reconocido).
Te felicite por todos los éxitos que seguramente estas teniendo, quizá algún día cuando nuestras agendas internacionales coincidan (es decir, que regreses a Mexico) podamos ir a alguno de esos lugares tan trendy y de moda a tomar algo excesivamente fuera de lo normal, como licor de arroz de las montañas nevadas de Nepal cultivado por monjes que cantan 19 horas al dia para hacer crecer el bendito grano que los emborrachara hasta la muerte.
Servido en tazas de café expreso que cuestan mas de media quincena (al menos de la mía por trago. que por supuesto estarán todos pagados por mi, como podrías esperar otra cosa, si el dinero no es problema (no es nada, porque no existe) acompañados claro de unos sabritones o alguna botana específicamente elegida para coartar cualquier imagen de pretenciosidad que podamos estar aparentando, ya que así somos nosotros de frescos y extravagantes, simplemente somos una especie aparte.
Me despido afectuosamente, deseándote la mejor de las suertes, diciendo que pienso en ti, (ya sabes de repente, no muy seguido) saludos a la familia y esas cosas.
Me levanto de mi escritorio sumamente satisfecho de mi gran obra de aproximadamente una pagina, de caligrafía arduamente trabajada y ortografía minuciosamente revisada en Internet.
busco un sobre de papel reciclado, y es entonces cuando me doy cuenta...
de verdad quisiera haber preguntado tu nombre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario