Galimatias

Me senté al lado del camino, a kilómetros de mi mismo y a un metro de todos los demás  logre escuchar con claridad al viento traído de los mas lejanos reinos de la fantasía  mientras que tu voz se perdía en las cavernosas profundidades del infinito de mis recuerdos. los arboles me cantaron una canción que acallo a la estridente banda que tocaba en la ciudad de un país vecino, alzando los rumores de sus hojas en un crescendo  que no tenia clímax desde los primeros días de la creación  y que sin embargo no logre percibirlo por mas de un minuto.

Me hundí en las teorías del espacio y del tiempo, descubrí la relatividad a bordo de la linea dos. y desmentí todas mis hipótesis en la mirada de una mujer. puedo escribir mas no puedo hacer que se lea, y no por leerlo es digno de ser escrito.

Díganme por que si tengo todas las respuestas. me empeño en creerme todas mis mentiras.

Permítame extenderme amigo y profesor en una disertación que no tiene son ni dirección  como aquellas con las  que disfrutan los políticos, que son las mismas que escribieron los poetas hace mil años, con fines menos puros.

Cuestiona el hombre su origen su presente y su futuro, yo dejo de preguntarme cosas y así quedo mas seguro, pasamos de la prosa al verso de modo muy adverso sin técnica ni elegancia para que no halla jactancia. porque no se hacer sonetos ni de a cuarta ni de a quinta yo con pura silaba tónica y de rima en rima brinca, 

ya hablamos de política del universo y de amor, dígame de que falta sino hablar de Dios. mas de Dios no hablo porque soy cobarde y voy del verso a la prosa para dejar de hacer alarde.

si en el fondo de mi corazón todo lo que me queda es la fe, la arrojo al vació para huir, para así no poder ver, como combates contigo mismo cuando te has dicho que has perdido, cuando al ser vencido no eres realmente derrotado si te ganas a ti mismo.

no señor no estoy borracho, y ningún medico me ha declarado loco, no me quejan penas, ni me hacen sufrir dolores, pero hoy recordé a mis amigos sin poder mandarles flores

diría un cantor de rancho, ya con esta me despido, que aunque le canto al silencio no soy malagradecido.